Los cinco errores más habituales al cultivar cannabis en exterior y cómo detectarlos

El cultivo de cannabis es casi tan antiguo como la propia humanidad. Las primeras evidencias de cultivo de marihuana datan del Neolítico, entre el 7.000 y el 3.500 antes de cristo. Sin embargo, tras varias decenas de miles de años, y a pesar de la expansión de internet, los blogs y la sobreinformación, los cultivadores siguen cometiendo una y otra vez los mismos errores al plantar marihuana.

Después de mucho tiempo vendiendo una amplia selección de semillas de calidad y asesorando a todo tipo de clientes, en Oscanna, hemos detectado una serie de errores que cometen o han cometido alguna vez la mayoría de los cultivadores. Casi siempre por inexperiencia y otras veces por falta de información. 

Ahora que empieza abril, los días se alargan cada vez más y comienza la temporada de cultivo 2023, en Oscanna hemos elaborado una guía para recopilar los cinco errores más habituales que se suelen cometer al cultivar marihuana. Y, lo más importante, la forma de detectar estas carencias y cómo solucionarlas.

Errores al cultivar marihuana: cómo detectarlos y solucionarlos

1. Falta de nutrientes. Carencia de fertilización

La falta de abono en una planta de marihuana ocurre cuando no se le suministra la cantidad suficiente de nutrientes esenciales para su correcto crecimiento y desarrollo. Esto puede provocar una disminución del rendimiento, un menor tamaño de la planta y otros problemas de salud.

Los síntomas de la falta de abono en una planta de marihuana pueden variar según el tipo de nutriente y la cantidad que se esté suministrando. Algunos signos comunes de falta de abono incluyen:

  • Hojas amarillentas: Las hojas pueden volverse amarillentas, especialmente en las hojas más antiguas. En algunos casos, también pueden mostrar manchas o motas amarillas.
  • Reducción del crecimiento: La planta puede crecer más lentamente o detener su crecimiento por completo.
  • Pérdida de vigor: La planta puede parecer débil y flácida, con un aspecto general poco saludable.

Además, la deficiencia de nutrientes específicos puede provocar síntomas característicos, como hojas con bordes marrones por deficiencia de calcio o manchas violetas por deficiencia de fósforo.


Ante cualquiera de estos síntomas, es importante asegurarse de que la planta esté recibiendo la cantidad adecuada de nutrientes para su etapa de crecimiento y desarrollo. Si se sospecha de falta de abono, se debe considerar la posibilidad de suministrar nutrientes adicionales en la dosis adecuada. 

También se debe revisar y ajustar el pH del sustrato para garantizar que la planta pueda absorber adecuadamente los nutrientes necesarios. Esto último es muy importante ya que, en muchas ocasiones, el aporte de abono que hace el cultivador es adecuado cero, por un PH incorrecto, la planta no absorbe correctamente los nutrientes.

2. Exceso de nutrientes. Sobrefertilización

El exceso de abono en una planta de marihuana se produce cuando se le suministra una cantidad excesiva de nutrientes y es tan malo para su crecimiento como la carencia. Esto puede ser perjudicial para la planta ya que puede causar quemaduras en las raíces, alteraciones en el pH del sustrato y otros problemas de salud.

Los síntomas de un exceso de abono en una planta de marihuana pueden variar según el tipo de nutriente y la cantidad que se haya suministrado en exceso. Algunos signos comunes de exceso de abono incluyen:

  • Hojas marrones en las puntas, verde oscuro en general y retorcimiento: Las hojas pueden volverse verdes oscuras en el centro o a veces marrones y quemadas en los bordes y en las puntas. Además, suelen retorcerse hacia abajo en forma de garra.
  • Retraso en el crecimiento: El crecimiento de la planta puede disminuir o detenerse por completo. Uno de los errores más habituales de los novatos es pensar que por nutrir más a la planta, su crecimiento será más rápido.  Esto, evidentemente, no es cierto.
  • Pérdida de hojas: Las hojas pueden comenzar a caerse. Esto es especialmente común en las hojas más bajas, que son las más antiguas.
  • PH del sustrato fuera de rango: El pH del sustrato puede ser demasiado ácido o alcalino debido al exceso de nutrientes. 

La solución a este problema puede variar dependiendo de la gravedad de la situación, pero por lo general, suele ser suficiente con enjuagar el suelo con agua pura para eliminar el exceso y reducir la cantidad de nutrientes –a la mitad o incluso más hasta que la planta vuelva a su estado normal-. 

Si el problema persiste, habría que considerar cambiar a un fertilizante con una menor concentración de nutrientes. También se puede optar por un fertilizante orgánico que sea menos propenso a causar sobrefertilización.

3. Falta de exposición a la luz: 

La falta de luz en una planta de marihuana puede ser un problema grave que afecta su crecimiento y producción. La luz es un elemento clave para el desarrollo de la planta, ya que es necesaria para la fotosíntesis.

Los síntomas de la falta de luz en una planta de marihuana pueden variar según la gravedad y la duración del problema. Algunos signos comunes de falta de luz incluyen:

  • Estiramiento excesivo: La planta puede presentar un crecimiento excesivo y delgado, con grandes espacios entre los nodos. Esto se debe a que la planta está tratando de alcanzar la luz que necesita.
  • Hojas pequeñas: Las hojas pueden ser más pequeñas de lo normal, con un aspecto general poco saludable.
  • Decoloración: Las hojas pueden volverse amarillentas o perder su color verde oscuro característico.
  • Reducción del crecimiento: La planta puede crecer más lentamente o detener su crecimiento por completo.
  • Pérdida de vigor: La planta puede parecer débil y flácida, con un aspecto general poco saludable.

Para solucionar este problema, si la planta está en un lugar con sombra, sería recomendable moverla a un lugar con más luz solar directa. Si es posible, un lugar donde reciba luz solar directa entre 6 y 8 horas al día. 

Si el problema no se soluciona y la planta está en un lugar donde la luz solar directa es limitada, sería recomendable utilizar un reflector para reflejar más luz solar hacia la planta.

4. Falta de hidratación

La falta de hidratación en una planta de marihuana ocurre cuando no se le proporciona la cantidad suficiente de agua. Esto puede provocar una disminución del rendimiento, un menor tamaño de la planta y otros problemas de salud.

Los síntomas de la falta de hidratación en una planta de marihuana pueden variar según el grado de deshidratación y la duración del problema. Algunos signos comunes de falta de hidratación incluyen:

  • Marchitamiento: Las hojas y tallos pueden parecer caídos y flácidos.
  • Sequedad: La planta puede parecer seca al tacto y las hojas pueden estar frágiles y quebradizas.
  • Decoloración: Las hojas pueden volverse amarillentas y las puntas de las hojas pueden estar secas y marrones.
  • Reducción del crecimiento: La planta puede crecer más lentamente o detener su crecimiento por completo.
  • Pérdida de vigor: La planta puede parecer débil, con un aspecto general poco saludable.

La principal solución a la deshidratación es asegurarse de regar la planta regularmente y en profundidad, especialmente en los días calurosos. Trata de regar la planta temprano en la mañana o tarde en la noche para evitar la evaporación rápida del agua. Esto último también ayudará a evitar que al evaporarse el agua de golpe la planta acabe estresándose porque los estomas del envés de las hojas se cierren por la vaporización.

También es recomendable proporcionar sombra durante las horas más calurosas del día. Por ejemplo, se puede colocar una malla de sombreo sobre la planta para reducir la exposición directa al sol.

Además, si el sustrato de la planta se ha secado y no retiene la humedad, puede ser una buena opción ajustar la mezcla del sustrato agregando perlita, musgo sphagnum, vermiculita o polímeros para mejorar la retención de agua.

5. PH desequilibrado

El pH desregulado en una planta de marihuana es uno de los problemas más comunes que los cultivadores enfrentan. El pH es un indicador de la acidez o alcalinidad del medio en el que se encuentra la planta y es crucial para su crecimiento y absorción de nutrientes. Si el pH no es el adecuado, la planta no puede absorber los nutrientes necesarios para su crecimiento óptimo.

Los síntomas de un pH desregulado pueden variar según la gravedad del problema y la duración del mismo. Algunos signos comunes de un pH desregulado incluyen:

  • Clorosis: Las hojas pueden volverse amarillas o pálidas debido a la falta de nutrientes.
  • Necrosis: Las hojas pueden tener áreas secas, marrones y muertas.
  • Reducción del crecimiento: La planta puede crecer más lentamente o detener su crecimiento por completo.
  • Pérdida de vigor: La planta puede parecer débil y flácida, con un aspecto general poco saludable.

Es importante medir el pH del agua y del sustrato regularmente para evitar problemas de pH. El pH del agua debe estar entre 5,8 y 6,8 para el cultivo de marihuana en sustrato y entre 5.5 y 6.5 para el cultivo hidropónico. Si el pH está desregulado, se puede corregir agregando productos como ácido cítrico o carbonato de calcio al agua de riego para bajar o subir el pH según sea necesario. También se pueden usar productos específicos para el pH del sustrato en caso de que sea necesario ajustar su pH.

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